1. Besos (75 palabras)
A pesar de todos aquellos besos que no le pude dar no me arrepiento de haber permanecido a su lado. Todos esos momentos felices, aquellas risas que lograba arrancarme con su sencilla forma de ser. Todo eso, estoy segura de que no lo hubiera vivido de no ser por haberme contenido de ser la persona más atrevida del universo y robarle ese par de labios… atraparlos junto a los míos y no dejarlos ir nunca.
2. Adiós (64 palabras)
Cuánto me dolió el no haberle podido decir adiós ese día… si hay cosas estúpidas que he realizado en mi vida fue eso y el no haberle confesado lo que sentía por él. Si en ese entonces fui lo suficientemente cobarde como para no decirlo, ahora lo soy mucho más: no le diré adiós hasta no saber que si lo hago no lo olvidaré.
3. Sonríe (40 palabras)
‘Sonríe’ solía decirme cuando me encontraba triste y sin ganas en todo el día. Estoy segura de que eso es lo que me diría si se encontrara este momento junto a mí: Sonríe, no te pongas así… yo estoy feliz. ¿Pero cómo hacerlo, si soy humana y vivo siendo egoísta? No creo poder sonreír, ya no más.
4. Muerte (95 palabras)
¿Por qué la muerte tiene que ser tan cruel? Antes me encontraba en mi habitación pensando en todo lo que habíamos vivido ese día antes de que repentinamente tuviera que marcharse sin decirme ni adiós… ahora me encuentro aquí, frente al féretro que salvaguarda su frágil cuerpo. Observo su piel marmórea, esos labios antes rosados ahora son color tiza y sus mejillas antes sonrojadas ya no tienen color alguno. Él ya no es quien solía ser, ahora sólo es un cascarón hueco y vacío: la muestra de algo que fue y nunca volverá a ser.
5. Vida (43 palabras)
La vida había perdido todo su color, ya nada me sabía, nada olía… ya no sentía. ¿Qué se puede hacer con una vida carente de sentido? No lo sabía, eran tantas las opciones; pero el dolor y el miedo las superaban por completo.
6. Llorar (55 palabras)
Hace tanto que no lloraba. Ni siquiera al verle frío en ese ataúd cobrizo me hizo derramar ni una sola lágrima, sólo sentí un dolor partiéndome el alma y dejándome sin sentido. ¿De qué me serviría llorar si el vacío que siento por su ausencia seguiría siendo el mismo que si me guardo las lágrimas?
7. Reír (65 palabras)
Cuánto extraño el sonido de nuestras risas mezclándose al recordar las andanzas de nuestra vida cotidiana, el como él lograba sacarme sonrisas que nadie había logrado desenterrar a pesar de los años. Ahora, si escucho a alguien reír sólo una amargura inmensa me consume el corazón y las ganas de salir corriendo y decirle que se calle… hasta las risas sin él carecen de sentido.
8. Morir (85 palabras)
9. Soñar (76 palabras)
A pesar de las pérdidas y las emociones encontradas, todavía estoy a salvo en un lugar: mis sueños. Pues sí, soñar no cuesta nada y no quita nada. En mis sueños lo puedo volver a ver, volver a sentir y estar junto a él, decirle cuánto lo amo y que quisiera permanecer a su lado para siempre. Despierto, y la vida recupera sólo un poco de su color, él me ayuda a dejarle ir sin olvidarlo.
10. Escribir (71 palabras)
El escribir me libera de las frustraciones y me ayuda a sentirme un poco más viva, a saber que existo y seguiré existiendo hasta que la muerte decida venir por mí, no antes. El escribir me ayuda a dejar ir el pasado y mirar hacia el mañana; pero también me ayuda a no olvidarme de nada… a no olvidarlo a él, porque el día que lo olvide: habrá muerto de verdad.
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Total: 618 palabras… creo xD
Tsk...
ResponderEliminarEs muy gratificante leerte, en especial porque dices la verdad de tus sentimientos, de ingluso aquellos que aún no aceptas bien :/
Te quiero y amo el modo que escribes.
Besotes