miércoles, 19 de septiembre de 2012

Máscara



Máscara

Y sonrió, mientras de a poco su disfraz se resquebrajaba.

Estaba bien, sí… bien. Alzó la cabeza, irguió la espalda, levantó los hombros; volvió a sonreír ante el espejo a la par que secaba sus lágrimas. Los minutos pasaron mientras trataba que la sonrisa pareciera natural y el enrojecimiento en sus ojos desapareciera.

Se tragó todo, como siempre hacía, reconstruyendo de a poco esa infalible máscara que la mantuvo segura durante años; poniendo las piezas en su lugar a sabiendas que al siguiente golpe la grietas serían más grandes y los trozos más pequeños.

Pero mientras sonreía, todo estaba bien: Sí… bien.

Tal vez algún día terminaría creyendo en la mentira.

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