Cronofobia.
(Miedo al paso del tiempo)
El estruendoso Tic-Tac del reloj te hacía estremecer.
‘Tres meses de vida’ te recordaste y las lágrimas pugnaron por salir de tus ojos azules. Sólo tres meses para disfrutar la poca vida que te quedaba, para dedicarles una sonrisa a tus pequeños hijos. Sollozas, ¿cómo diablos les dirías que tenías el tiempo contado?
–Mami —oíste que tu hija susurraba a tus espaldas. Las lágrimas de impotencia y resignación sacaban a flote las piezas que le quedaban a tu alma—, ¿por qué lloras, mami?
Y la ternura con la cual pronunciaba tu nombre aumentó tu dolor ¿Cómo podías dejar solos a tus pequeños angelitos? Podías evitar este tormento si los síntomas hubieran aparecido con anticipación. O por lo menos hubieras tratado la migraña que te atormentaba constantemente era indicio de algo más… indicio de tu inminente desenlace.
Lloras amargamente ante la mirada de tu hija más pequeña, ante sus ojitos confundidos y sus manitas tratando de consolarte, de encontrar la razón de tu amargura.
Eres demasiado cobarde como para decirle la verdad, te aterra el pensar que sólo te quedan unos cuantos días para disfrutar con tu familia, incluso menos del plazo establecido para tu muerte: Medicamentos, hospitalización y muerte.
Cáncer en su etapa Terminal, pero no cualquier cáncer; si no uno alojado en el cerebro, carcomiéndote la vida lentamente y asesinándote prematuramente. Arrancándote la alegría de ser madre y dejando a tus hijos en una orfandad prematura.
La vida es injusta, pero el tiempo lo es aún más… Tic-Tac-Tic-Tac, repiquetea de modo insultante, como si bailara una danza silenciosa al compás de sus manecillas; mofándose de tu desgracia.
Tic-Tac, canturrea el reloj en tu repisa, intentando arrullarte y dar fin a lo que te queda de vida… Tic, retumba en tus oídos quitándote el aliento y haciendo que las ganas de llorar aumenten. Tac, vuelve a sonar y comienzas a hiperventilar en un esfuerzo fallido por reprimir las lágrimas. Dolor, desgracia, vida y muerte; ¿cómo saber cuál es la opción más factible? ¿Cómo poder descubrir cual llegará primero a tu vida?
No hay manera, sólo el tiempo lo dirá.
Sí, porque el tiempo decide los giros de nuestro destino y también elige el momento en el cual la fina línea entre vida y muerte se rompe. El tiempo rige todo, y a la vez nada; sólo es una faceta más de la vida y esa misma cara de tu existencia, te arrebatará todo.
Maldito sea el tiempo, que silenciosa y lentamente va arrancando de tus manos lo más valioso para ti… tu familia.
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Una idea cliché pero linda, lo escribí en lugar de hacer mi tarea de Informática :P
Dedicada a Emmanuel Montiel Martínez por darme las ideas... (¡Ya está! ¿Contento, Emm? ¬¬)
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